De Margarita

Margarita Mendez Gil

Quiero en esta ocasión hacer un pequeño homenaje a una persona que fue en mi vida ejemplo y admiración.
Margarita fue religiosa no recuerdo la orden, pero fue una religiosa de verdad amaba su religión y ayudaba a mas no poder, amaba tanto su religión que cuando se dio cuenta que un superior estaba aprovechándose de tal puesto dejo los hábitos mas no su vida religiosa, estudio medicina homeopática era una doctora de verdad no un medico homeópata hecho al vapor como ahora se acostumbra.

Nunca se casó y no tuvo descendencia, vivía sola, acompañada solo por un montón de enfermos que iban a verla para que les ayudara a resolver sus problemas de salud

Mi padre era su proveedor de medicamentos, la conocí cuando yo tenía apenas seis años y ella en cuanto me vio, me regalo una alcancía en forma de carrito de carreras, ese detalle para un chiquillo de seis años fue de lo más chingon, quedó en mi memoria como uno de los mejores.

Ella estaba en Morelia Michoacán, después de unos años se cambio a Ocotlan Jalisco, y de ahí se mudo para establecerse definitivamente a Chapala Jalisco.

Nunca me dio regalos lujosos ni nada por el estilo, pero las cosas mas chidas que tengo de ella, son las charlas, los consejos y hasta una que otra regañada que me puso.

A pesar de que era religiosa, nunca intentaba usar la religión en sus charlas del modo que te sintieras incomodo, cuando charlaba con ella me sentía tan a gusto, que me quedaba platicando mas de lo necesario para completar la transacción monetaria a la que iba.

Una ocasión llame para ver si podía visitarla, y su hermana que estaba de visita me dijo que el próximo domingo ella no estaría, que se iría a África, pero que el viernes todavía podía verla, fui el viernes, y platicando con ella le pregunte a que iba a África y me dijo que no podía decirme por que no era correcto, pero su hermana me dijo que estaba invitada a la celebración de la primera misa de un sacerdote católico que ella había financiado desde que entro al seminario. Que daría su primera misa en Ruanda en su pueblo natal y que quería que su mentora estuviera presente.

Nunca me comento que ella además vendía seguros de Monterrey-America y que lo que le generaba las comisiones de esas ventas las enviaba integras a Ruanda.

Después que regreso de África me platico que llego el día que se iba a celebrar la misa, no tuvo tiempo de ver a Akelee antes de la misa (creo que así se llamaba el ahora nuevo sacerdote), y que cuando la vio a media misa, dejo de dar su sermón y fue hacia ella, y aunque no hablaban el mismo idioma el se fue sobre ella y estuvo besándola y abrazándola, llorando a moco suelto, intento además besar sus pies pero, Margarita no lo dejo, aunque ella no entendía el idioma, muchos se acercaron a abrazarla, y a besarla.

Pero lo que puedo destacar de su vida fue siempre el espíritu de ayuda para sus congeneres, siempre viendo la manera de cómo ayudar a los demás, en algunas ocasiones se quedaba sin dinero y cuando iba a hacer negocio o que me pagara las facturas correspondientes, no tenia para pagarme, por que se había quedado sin dinero por apoyar a "sus" enfermos como ella decía.

Un día llame para hacer la cita con ella e ir a visitarla, no me contesto, insistí varias veces y no obtuve respuesta, estuve tratando de hacer contacto por varios días y nada, así que mi padre me dijo: vete así, ve a ver que paso, fui a Chapala y su casa estaba cerrada, había un letrero que decía que la doctora no daría consulta hasta nuevo aviso, pregunte con un vecino y me dijo que estaba en una casa al cuidado de unas personas, no me quisieron decir mas, fui hacia allá, estaba su hermana en la sala y me explico que desde el lunes a Margarita le había dado un derrame cerebral, y que viviendo sola, nadie se dio cuenta de lo ocurrido, que hasta el miércoles entraron a su casa forzando las protecciones de una ventana que daba al patio y ahí la encontraron, tirada en el piso viva aun pero en deplorables condiciones, sucia por sus necesidades orgánicas y sin sentido, desde ese día no había recuperado la conciencia, aun así hable con ella, o más bien le dije todo lo que tenia que decirle estuve por espacio de media hora en este monologo doloroso, mezclado con lagrimas, por que no sabia si era la ultima vez que podría estar con ella, y si así fue, de ese derrame ya no se recupero jamás.

Margarita: Un saludo donde quiera que te encuentres.

Fin.