Hace 4 años aproximadamente que pude venirme a vivir a lo que fue mi casa desde que tenía seis años.
Al pasar mas o menos un año de la muerte de mi padre, la casa familiar empezaba a deteriorase, nosotros los que habitábamos esta casa, fuimos agarrando nuestro rumbo cada quien, yo me case, al igual que mis hermanas, y nos fuimos a vivir nuestras vidas a casas diferentes, acordaos pues, que se vendiera la casa, a mi se me hizo un nudo en la garganta al llegar a esa determinación junto con mis hermanas, entonces dije: por que no? Pues si se va a vender, pues que me la vendan a mi.
Platique con mi esposa y le dije que, le tenia aprecio a esa casa por ser la casa en la que viví parte de mi niñez y de mi adolescencia, nosotros teníamos la intención de hacer una casa con nueva y adaptarla a nuestras necesidades, pero cuando se presento esta oportunidad ella me dijo adelante, vamos haciendo un esfuerzo, entonces, hable con mis hermanas y nos pusimos de a cuerdo, con algunos jaloneos en cuanto al precio y al plazo , pero pude hacer el acuerdo y compre la casa, de hecho fue hasta principios de este año que pude cubrir el costo total de ella y escriturarla a mi nombre.
Todo lo que había aquí muebles, fotos, ropa estufa refrigerador cuadros etc., lo repartimos o regalamos, yo no quise nada, excepto un crucifijo tamaño iglesia, que es el que esta a la entrada de mi casa, vamos, al abrir la puerta, es lo primero que ves, le pusimos piso nuevo a toda la casa, remozamos las paredes deterioradas, resanamos algunas de las paredes que tenían salitre y la pintamos de nuevo completita, yo quería, que al habitar esta casa con mi familia, se escribiera una nueva historia, quería ofrecerles un hogar nuevo y que de aquí se empezaran a construir nuevos recuerdos, tal vez aprovechando la reparación del a casa, cubrimos con pintura nueva, los viejos recuerdos.
Pero no pude, no pude desligarme de los recuerdos de mi familia de mis padres, de mis hermanas.
Nunca le digo nada ni a mi esposa ni a mis hijos, pero, yo los veo, estos fantasmas no asustan, ni se ponen a mover cosas, ni rascan las paredes señalando algún tesoro oculto, ellos son el tesoro.
Me siento como el que fue a Comala a buscar a su padre, Pedro páramo, las voces de mi madre, de mi padre, de mis hermanas encuentran la manera de salirse con la suya, traspasan la pintura nueva, pero no solo escucho voces, también los veo, (o tal vez solo imagino) veo a mi madre riendo, cocinando algo, haciéndome cosquillas, echando en una bolsa las cosas necesarias para irnos de paseo, veo también a mi padre leyendo el periódico, inclusive tengo la costumbre, de no apagar la televisión de un cuarto cuando esta encendida y no hay nadie ahí, no la apago, pienso que esta mi padre dormido con el ruido de la tele, y no la apago, por que cuando la apagaba el se despertaba, se quedaba dormido, arrullado quizás por la voz monótona del locutor en turno , no encontrando algo que motivara su vigilia, se entregaba a los brazos de Morfeo, el ruido de la tele se convertía en ruido blanco , (ni tan bajito para que no lo oyera y ni tan alto para que lo despertara) axial que yo le apagaba la tele cuando pasaba por el cuarto en cuestión, y el, al no oír el ruido, se despertaba y me decía : por que la apagas cabron?
-Pues, para que te duermas a gusto
-Préndela la estoy viendo
-Pero, si estas ronc……….
-Prendelaaaa
La encendía y regresaba en escasos 2 minutos y veía a mi padre roncando de nuevo, a veces me sorprendo yo mismo caminando con cuidado para no hacer ruido.
Pero de los fantasmas que veo en esta casa solo puedo verlos yo, no asustan ni nada por el estilo, simple y sencillamente yo los veo, por que esos fantasmas son recuerdos de mi vida, recuerdo una vez que a mi madre le dije después de hacer la pinche tarea (bien tardada) como a las 8 de la noche: ándele ama, déjeme salir, allá afuera esta José, Luís, Gerardo, Silvia, el javis, chava, el chobis, el titis la guera, chuy, claudia, la china, la jitomata, meño, y los demás, nomás yo estoy aquí adentro por que usted no me da chance , ella me pidió que le repitiera el repertorio de amigos que había afuera y cuando así lo hice, me dijo: aunque estuviera el presidente afuera jugando con los demás, no te dejaría salir, como voy a dejar salir a mi chamagoso, y si me lo roban? -amaaaa quien me roba? Pos quien sea mijo, nomás una bañada y quedas guapo, y al final me dejo salir.
Veo a mi padre que a pesar de que esta casa tiene 7 habitaciones, el siempre pedía que le tendieran tres cobijas en la sala (como que después que murió mi madre ya no quiso dormir en el curto sin ella) y ahí se dormía, a veces siento que lo hacia con la intención de que nosotros ya instalados en la adolescencia no pudiéramos salir de la casa sin que el se diera cuenta, o al revés, si llegábamos tarde, para ponernos una regañada marca lloraras.
Entro a la terraza de esta casa y veo a mi madre sentada cómodamente en el sillón con las piernas recogidas y leyendo un libro, y de ves en cuando volteando hacia el parque para ver donde andan sus crías.
A veces creo oír el escándalo de una fiesta en la sala, el recuerdo es tan vivo que por un momento engaña a la razón, recapacito y digo: no, como va a ser, pero en ese momento me asalta el recuerdo de la alegría de las fiestas que organizaba mi madre, mi padre mas bien se iba a platicar con algún amigo a su casa y cuando regresaba a la suya, si la fiesta estaba todavía , con alguna excusa se disculpaba y subía a su cuarto, este pequeño detalle no afectaba al desarrollo de la fiesta.
No se si por las rendijas o a través de las paredes pero escucho las charlas, las platicas, los pleitos, de todos los que habitamos aquí de la vez que mis papas se fueron a una fiesta y creímos que alguien se brincaba por la azotea todos, asustados y despiertos metidos en un cuarto con llave y un mueble recargado en la puerta para que el ladrón o asesino no pudiera entrar con facilidad, nos atrincheramos en ese cuarto y agarramos un bat y un cuchillo y varias pendejadas para vender cara nuestra vida; Hasta que llegaron mis papas y nos encontraron llorando y bien asustados.
Ojala que pueda estar en esta casa por lo que me resta de vida para que los fantasmas me sigan acompañando, y que mi esposa e hijos sigan sembrando sus recuerdos para sus propios fantasmas.
Fin.
